jueves, 27 de febrero de 2014

16. El turismo en España

1. El significado del turismo en la geografía y sociedad española

España es una potencia turística en el mundo: la segunda en número de ingresos de divisas y la cuarta en número de turistas (la segunda de Europa). Dentro del país es la primera actividad económica: aporta un 10% al PIB y un 12% al empleo. Indirectamente incide en otras actividades: industria, transportes, energía, construcción…

Entre los factores que lo facilitan destacan sus condiciones naturales (suavidad climática, variedad naturaleza…), culturales (riqueza del patrimonio histórico-artístico) y su situación estratégica (SO de Europa).

Cuando se convirtió en un componente esencial de la sociedad de consumo occidental, en los años 50, fue adoptado como una actividad económica prioritaria, al ser fuente de divisas y atraer indirectamente actividades de otros sectores. Por eso, además de ser la primera actividad económica del país, ha contribuido estratégicamente al equilibrio de la balanza de pagos.

A lo largo de medio siglo ha tenido un crecimiento general: en número de turistas, con un crecimiento progresivo y periodos cortos de recesión; y en divisas, con un crecimiento más lento hasta 1980 y una fuerte subida desde los 80.


La intervención del estado ha sido importante: al principio, desde el ministerio de Turismo; desde los años 80, desde el gobierno central y las comunidades autónomas.

Ha supuesto la creación de importantes infraestructuras, tanto por iniciativa pública como privada: en las comunicaciones, s.t. en las zonas más afectadas; y en las instalaciones (cantidad, diversidad y calidad).


2. Los caracteres de la oferta turística y los tipos de turismo

En general España ofrece una oferta asequible y variada atendiendo a las demandas.

En la procedencia del exterior destacan abrumadoramente los países de Europa occidental, acumulando Reino Unido, Francia y Alemania casi las 2/3 partes del total. En las dos últimas décadas se acoge a una población proveniente del norte de Europa que ha establecido en nuestro país su segunda residencia.

Hay un predominio del denominado como “de sol y playa” (80%). Esto conlleva la existencia de una ocupación intensiva de las costas, s.t. las del Mediterráneo y las islas Canarias. Además se da una excesiva estacionalidad en los meses de verano, con excepción en las Canarias y en menor medida las Baleares. Así mismo, algunas zonas sufren una fuerte saturación en instalaciones, número de turistas, etc.

Desde los años 90 se ha hecho un esfuerzo por una mayor diversificación: naturaleza, arte y cultura, deportes, congresos y convenciones… El resultado es la existencia de una mayor variedad tanto de oferta como en las  calidades.


3. Las principales áreas turísticas en España


Zonas de mayor densidad

Se trata de áreas amplias, con una importante actividad, que ocupan espacios formadas por varios municipios; con frecuencia se denominan con el nombre de costas específicas.

Litoral mediterráneo y Baleares: el más denso y numeroso; aúna las condiciones climáticas, paisajísticas y culturales; además del archipiélago balear, destacan las provincias de Gerona (Costa Brava), Tarragona (Costa Dorada), Alicante (Costa Blanca) y Málaga (Costa del Sol).

Canarias: ofrece estabilidad climática durante todo el año y atractivo natural.

Madrid: ofrece a la vez turismo cultural y de negocios, además de ser puente hacia otros lugares.

Suroeste atlántico: ocupa las provincias de Cádiz y Huelva (Costa de la Luz); en cierta medida es una prolongación del litoral mediterráneo, aunque con menor densidad turística.

Cornisa cantábrica: dispone de una menor densidad turística; destacan algunos enclaves tradicionales, como San Sebastián, Santander o Gijón; ofrece sus condiciones paisajísticas (montaña) y culturales.

Costa atlántica gallega: similar a la anterior; además de las Rías Bajas y Rías Altas, ha ganado importancia reciente como referente cultural Santiago de Compostela.

Puntos o enclaves de mayor interés turístico

Pueden estar aislados o encontrarse dentro de zonas más amplias; presentan un interés singular: cultural (artístico, histórico) o natural (paisaje, montaña).

En las zonas costeras destacan ciudades como Lloret de Mar, Salou, Palma de Mallorca, Benidorm, Torremolinos, Marbella, Puerto de la Cruz, Las Palmas…

Las ciudades históricas están repartidas por todo el territorio, pero s.t. en Andalucía (Córdoba, Granada, Sevilla), Castilla y León (Salamanca, Segovia…), Castilla-La Mancha (Toledo), Cataluña (Barcelona), Galicia (Santiago); tienen un claro carácter cultural y muchas de ellas han recibido por la UNESCO el rango de patrimonio de la humanidad.

Entre las estaciones de esquí destacan las situadas en Sierra Nevada y los Pirineos (Baqueira Beret, Fomigal).

En los últimos años las áreas rurales están ganando importancia, especialmente las ubicadas en zonas de montaña o en el entorno de espacios de elevado valor natural, lo que les confiere interés paisajístico, natural, gastronómico, deportivo, etc.