1. Significado de la pesca en España
España es un país con una
tradición pesquera milenaria. Como consecuencia de disponer un plataforma
continental estrecha, el ámbito de las capturas
no se ha limitado al de las aguas próximas a nuestras costas, sino que se ha
desarrollado con frecuencia en caladeros lejanos: Terranova, Gran Sol,
Marruecos… Actualmente es una de las potencias pesqueras mundiales, tanto por el tonelaje de sus barcos como por el número de
capturas. El destino principal es el consumo interno, siendo uno de los
principales países consumidores, con una importante presencia en la dieta
alimenticia.
El sector cuenta con un
número de trabajadores elevado, que ha ido descendiendo desde mediados de los
setenta: en 1975 era casi el doble que en 2008, pasando de 150.000 a 80.000. Paralelamente
se ha dado un aumento de la edad media, con el consiguiente envejecimiento.
Hay un considerable número
de embarcaciones, si bien suelen ser de pequeño tonelaje, han quedado anticuadas
y su rentabilidad es baja. Galicia concentra casi la mitad de la flota, seguida
de Andalucía (16%), Cataluña (10%) y Canarias (9%).
2. Regiones pesqueras en España y principales
caladeros
La localización de los
caladeros y de los principales bancos pesqueros se concentra en tres ámbitos
principales:
Aguas jurisdiccionales españolas: poco extensas debido a una plataforma continental
estrecha y la pérdida de caladeros; se practica la pesca de bajura o de litoral;
destacan las costas cantábrica y gallega, y el golfo de Cádiz.
Aguas comunitarias (UE): destacan el Mar del Norte y Gran Sol
(Atlántico Norte).
Aguas extracomunitarias: se practica la pesca de altura; destacan Terranova
(Canadá), Namibia o Mauritania.
La producción tiene una
elevada comercialización en el mercado interior. Las principales especies
capturadas son: merluza, pescadilla, sardina, anchoa, caballa, túnidos, crustáceos,
cefalópodos... Los destinos principales
son: fresco, salazón (bacalao), industria conservera (caballa, atún, sardina) o
congelado (marisco, pescadilla), teniendo menor importancia actualmente la
producción de harina o aceite de pescado.
El volumen de pesca ha descendido
desde 1976, sobre todo por el agotamiento de los caladeros. La mayor parte
procede de caladeros exteriores (54%). Ha sufrido una pérdida de importancia en
la economía española.
Los caladeros de aguas
españolas se dividen en ocho regiones: Noroeste, Cantábrica, Tramontana,
Levantina, Surmediterránea, Suratlántica, Balear y Canaria. Su importancia por
volumen de pesca desembarcada es: Galicia (424.000 tm. anuales), Levante (110.000),
Cantábrico (108.000), Atlántico Sur (83.000), Canarias (83.000) y Mediterráneo
Sur (29.000). En puertos destacan: Vigo
(Galicia), Pasajes (País Vasco), Las Palmas (Canarias) y Cádiz (Andalucía).
Los problemas de la
actividad pesquera son diversos, destacando los siguientes:
*agotamiento de los caladeros nacionales por
la sobreexplotación y la captura de inmaduros;
*restricciones internacionales, al ampliarse
las aguas jurisdiccionales de los países a 200 millas (años 70);
*deterioro medioambiental de los mares y la
consiguiente reducción de las capturas;
*aumento del paro y envejecimiento de la
mano de obra;
*decisiones de la Comisión Europea
que han conllevado el desmantelamiento de varias flotas, sobre todo la
andaluza.
*regulación de acceso a los caladeros de los
países miembros y la firma de acuerdos pesqueros con terceros países ajenos a la UE ;
*regulación de precios, reconversión, modernización
de flotas…;
*regulación de aspectos medioambientales: sobrepesca
(recorte y reducción de capturas), recuperación de caladeros o fomento de los
cultivos marinos (acuicultura) y la investigación.
3. La importancia creciente de la acuicultura
Se trata de una actividad
que se dedica a la cría de especies vegetales
y animales tanto en mar como en agua dulce. Está ganando importancia tanto en
el mundo como en España, donde alcanza ya el 15% de la producción pesquera total.
En aguas marinas saladas
puede hacerse tanto en la costa como en marismas. En Galicia se han
especializado crustáceos (mejillón en mayor medida; también, almejas,
berberechos, ostras…) y moluscos. En las regiones Suratlántica, Surmediterránea
y Canaria, especies como el lenguado, el rodaballo, la dorada, la lubina…