Los puntos geográficos peninsulares más extremos son los que siguen: al norte, el Cabo
2.
Consecuencias geográficas
Extremo continental (SO) y mediterráneo (O).
Un país eminentemente peninsular. La mayor parte de sus territorios conforman una península perfectamente definida, que tiene una forma parecida a un pentágono irregular, cuyos vértices principales se encuentran en los cabos de Creus (Girona), al NE; Gata (Almería), al SE; Tarifa (Cádiz), al S; San Vicente (Portugal), al SO; y Estaca de Bares (Lugo), al NO.
Soldadura ístmica montañosa.
Disposición periférica del relieve. Se trata de sistemas montañosos que, situados en los rebordes de
Configuración maciza. La abundancia de zonas montañosas y la existencia en la parte central de una gran meseta, eleva la altitud media a
Estímulos de relación
Puente euroafricano.
Nexo marino. También está situada entre dos mares: el Mediterráneo, por el este; y el Atlántico, por el oeste, junto con el mar Cantábrico, situado al norte.
Relación mediterránea. Este mar se caracteriza por estar casi cerrado, ser tranquilo y disponer de un circuito interno de corrientes marinas, lo que ha facilitado la comunicación entre las poblaciones situadas en su entorno. El circuito discurre en dirección oeste-este, por el sur; y este-oeste, por el norte.
Circuito atlántico. El océano tiene unas características que facilitan la comunicación natural con el continente americano desde el siglo XV. Se trata de la corriente fría de Canarias, que parte del SO peninsular hasta el archipiélago; los vientos alisios, que soplan en dirección NE-SO en las latitudes tropicales y, por tanto, en Canarias; la corriente cálida del Golfo, que parte del mar Caribe en dirección oeste-este, llegando un ramal a las costas del oeste peninsular.
Archipiélago destacado. Las islas Canarias se encuentran en las latitudes tropicales, frente a la costa sahariana. La pertenencia a la corona de Castilla en el siglo XV facilitó la llegada América y su posterior colonización.
3. Unidad y
variedad
Los términos Península Ibérica y España
tienen una naturaleza diferente, al aludir el primero a un espacio físico y el
segundo a una entidad política. Iberia fue el nombre con que se conoció a la Península en el mundo
griego, mientras que Hispania, derivado del nombre fenicio Ispnya (tierra de
conejos), fue el nombre empleado en el mundo romano desde el siglo –III y que
prosiguió durante el periodo visigodo hasta el siglo VIII. Durante la
Edad Media se emplearon indistintamente los
términos Españas o España para referirse al conjunto de los distintos
reinos situados en el territorio peninsular, quedando finalmente, tras un largo
proceso histórico, el término de España para referirse al estado que ocupa la
mayor parte de la Península.
La superficie
total de la Península
es de 580.000 km2, que en un 85% corresponden a España, un 15% a Portugal y
apenas el 0,1% a Andorra y Gibraltar. La frontera hispano-portuguesa se
extiende por el oeste a lo largo de 1.200 km ., mientras que la hispano-francesa es
de 435 km .
El litoral peninsular es de 5.850
km ., de los cuales 3.900 corresponden a España, es
decir, el 67% del total.
La variedad natural y humana se puede sintetizar de la siguiente manera:
Litológica. En el roquedo se pueden diferenciar tres iberias: silícea, caliza y arcillosa; a las que se puede añadir una cuarta: volcánica.
Climática. Hay una diversidad de tipos de climas (mediterráneo, oceánico, montaña y tropical) y variedades en el más extendido (mediterráneo), derivada de factores como la latitud, la altitud, la cercanía y lejanía del mar, la disposición del relieve, etc.
Biogeográfica. Los factores climáticos, del suelo o del relieve permiten diferenciar entre
Paisajes agraria. Se pueden distinguir cuatro grandes conjuntos: el atlántico, de carácter húmedo y con predomino de bosques y prados; el mediterráneo del interior, con predominio de los cultivos de secano de cereales, vid y el olivo; el mediterráneo costero, con predominio del regadío para productos hortofrutícolas muy variados; y el tropical canario, con productos de regadío más específicos.
Asentamientos humanos. A los contrastes entre el medio rural y el urbano, hay que añadir el mayor grado de urbanización y densidad de población en las zonas costeras sobre las del interior; y diferencias en el sistema de asentamiento entre la mitad septentrional y la meridional.
4. España en Europa y el mundo
Los primeros contactos con
Desde entonces España ha participado en el proceso de construcción europea, destacando, entre otros: el tratado de Maastricht (1992), que dio origen a
Nuestra integración supone la presencia en las distintas instituciones (Parlamento, Comisión, Consejo Europeo, Tribunal de Justicia…), la acomodación de parte de la legislación dentro del derecho comunitario, la pertenencia a un mercado común con fronteras comunes, la aplicación de políticas comunes en algunos sectores económicos (agricultura, pesca, carbón y acero, etc.), el establecimiento de un impuesto indirecto común (IVA) o una moneda única (euro).
La incorporación en
España en un mundo globalizado
Los condicionantes geográficos y políticos han influido en hacer de España un país con tendencia al aislamiento durante los dos últimos siglos. Durante la dictadura franquista se acentuó esa tendencia, si los años 60 permitió una apertura hacia el exterior, facilitado por el turismo, el comercio exterior y la incorporación en las instituciones internacionales. Desde los años de la transición y s.t. los 80 la apertura se ha acentuado: incorporación a nuevas instituciones internacionales (OTAN, CE/UE), mayor protagonismo en las instituciones internacionales (junto a anteriores, UNESCO, FMI, OCDE, OIT…) y mayor presencia de las empresas españolas en otros países. Todo ello dentro del proceso de globalización mundial, intensificado desde los años 90 con la caída del bloque oriental.
La evolución del PIB per capita ha pasado de un 75% de la media europea en
Una de las novedades es la mayor presencia de empresas españolas en el exterior, preferentemente en el continente latinoamericano, y concretado en las actividades bancarias, energéticas, las telecomunicaciones o los transportes.