2º Pasamos ahora a la oscilación o amplitud térmica, que se clasifica como alta, intermedia o baja.
3º Seguimos con el reparto de las temperaturas por estaciones, fijándonos sobre todo en los solsticios. Diremos, por tanto, si son cálidas, templadas o frías. Cuando los veranos tienen valores templados, sobre todo si están entre 15º y 20º, podemos decir que son frescos; en el caso de los inviernos, si no son fríos y se sitúan entre 8º y 15º, podemos decir que son suaves. En la Península, los inviernos fríos pueden dar lugar a las heladas; cuando son muy fríos (temperaturas bajo 0), el ambiente es helado. No está de más tampoco indicar la amplitud de las estaciones, de manera que si tienen menos de 3 meses, serán cortas; y si tienen más de 3, largas.
4º Ahora le toca el turno a las precipitaciones totales, de las que hay que decir su cuantía: abundantes, intermedias o escasas.
5º Siguiendo con las precipitaciones, nos fijaremos en su reparto estacional: en qué estaciones son más abundantes o más escasas. También buscamos si hay una estación seca (cuando la curva de las temperaturas está por encima de las precipitaciones); recuerda que cuando hace mucho frío las precipitaciones caen en forma de nieve. Luego, si es posible, nos referimos a los tipos de lluvia (convección, relieve o frontales) y lo explicamos.
7º En base a lo antes analizado, acabamos diciendo el tipo de clima o la variedad climática que puede ser (en este caso, del mediterráneo), y lo ubicamos en las zonass donde se da.
En todos los climas debes tener en cuenta que...
El “factor mediterráneo” (bajada de las precipitaciones en verano por la acción del anticiclón de las Azores) está presente en todos los climas peninsulares. Otra cosa es si hay estación seca o no: no la hay en el oceánico y sí en el mediterráneo y en el de montaña.
Las precipitaciones de verano, aunque son escasas, suelen ser de carácter convectivo (tormenta), excepto en el clima oceánico, que son debidas a frentes provenientes del Atlántico. Las precipitaciones del resto del año son en su mayoría de carácter frontal, que en el caso de la costa levantina se relacionan con la depresión del Mediterráneo occidental, propias de finales del verano y principios de otoño (septiembre-octubre). En las zonas de montaña hay que añadir el factor del relieve. `
Los mares moderan las temperaturas, de ahí que en las zonas costeras la oscilación térmica sea intermedia (entre 10 y 15º). Por eso en la Península los inviernos de las costas son suaves y los veranos son menos calurosos que en las zonas próximas del interior.
A medida que nos alejamos del mar y nos adentramos en el continente las temperaturas se extreman entre los meses de verano e invierno, de ahí que la oscilación térmica sea alta (superior a 16º).
A medida que subimos en altitud (altura sobre el nivel del mar), bajan las temperaturas, en concreto, 1º cada 160 m. Por eso en la Meseta (situada entre 500 y 800 m. de altitud) y en las zonas montañosas tienen las temperaturas medias anuales más bajas y los inviernos son fríos.
Y, por último, no olvides...
1º En relación a la temperatura media anual (TMA):
*Cuando son superiores a 20º,son cálidas.
*Cuando están entre 8º y 20º, son templadas; entre 8º y 15º, templado-frías; y entre 15º y 20º, templado-cálidas.
*Cuando son inferiores a 8º, son frías.
2º En relación a la oscilación térmica anual (OT):
*Cuando es superior a 16º, es alta y nos indica que nos alejamos de las costas de las zonas templadas y frías.
*Cuando está entre 10º y 15º, es intermedia y nos indica que estamos junto al mar en las zonas templadas y frías.
*Cuando está entre 4º y 9º, e baja y nos indica que estamos en las zonas próximas a los trópicos.
3º En relación a las precipitaciones totales anuales (PTA):
*Cuando superan 800 litros, son abundantes.
*Cuando están entre 300 y 800 litros, intermedias
*Cuando están entre 100 y 300, escasas.